Salida día 13 de julio
Publicado: 19 Jul 2013 19:13
Aprovechando que tengo a la suegra cuidando del niño y mis ratos disponibles han aumentado, voy a iniciarme en esto de contar salidas…
Como no tengo costumbre… voy a contar sólo las impresiones personales. Además, como la idea era, un “ON de almorzamos”, no hay mucho que contar, así que será fácil no aburrir. El tema técnico y de desarrollo de la ruta, lo dejo para los dos compañeros de la misma, que seguro lo hacen mejor.
En un rato de asueto del curro, de la madrugada del pasado viernes, con total nocturnidad, el compinche SUBARU POWER, estuvo trajinando la ruta que estaba gestando en su cabeza. Algo comentamos y decidimos que si nuestras respectivas mujeres no nos ponían pegas, el sábado dábamos un rulo.
Llega el viernes… parece que si tenemos la correa suelta, así que p’adelante.
Pequeña revisión a mi vieja “Yami”. Coloco un apaño en el lugar de la guía de la cadena y a ver lo que dura.
Sábado tempranito… empiezo la jornada “con la fresca”…
Lo primero, en la cocina de casa y gracias a mi cafetera Express (nada de capsulas), el cafelico largo en vaso de caña, pa coger fuerza, mientras miro desde la ventana la Sierra de Carrascoy y El Cañarico debajo de ella. Después del café y el cigarrito mañanero, el necesario “doping” pa contrarrestar las posibles molestias de mi ciática. A las 7 y cuarto, salgo desde Totana hacia el Bar “Canela” de El Cañarico, lugar de reunión.
Seremos tres. Diego, Ángel y yo.
Allí, los saludos y presentaciones de rigor, junto a otro café humeante, mientras en la tele, los mozos de San Fermín se apelotonan a la llegada de la plaza y se barruntan problemas… a uno de ellos lo sacan los sanitarios con mala pinta… espero se recupere.
Desvío la mirada del encierro y decido pensar en cosas más simpáticas. El padre de Subaru me hace sonreír contándome historias de cuando las motos eran Sanglas y las carreteras estaban pobladas de árboles. Esta familia lleva las dos ruedas en la sangre, sin duda.
Empezamos ruta. Como guía Subaru y yo soy el nuevo, me coloco entre los dos. ¿Se puede ir más protegido que entre éstos dos? Fijo que no.
Salimos de El Cañarico y llegamos entre fincas y camino rural a Librilla, pasamos la A-7 y bordeamos el barranco de Gébas.
La carretera es serpenteante y no tarda mucho en darme aviso la ya trillada y endurecida Trailmax trasera que llevo, en una de esas curvas con bache traicionero que no nos abandonaron en toda la mañana.
¡Vale! Lo he pillado. Lo tomaré con calma.
Subaru traza las curvas casi olvidándose de los tacos… echando el peso del cuerpo. Este tío sabe...
Detrás, la África de Ángel que se acerca por el espejo. La Honda entra bien en las curvas. Este tío también sabe...
Me voy fijando de reojo en el paisaje, me embeleso tanto que me dejo llevar y al rato me veo la señal que anuncia el pueblito de El Niño de Mula… ¡Joder! Pero si esto me parece que estaba por encima de Mula… y estamos por aquí ya.
Después por la C 3315 hasta Pliego y nos desviamos por la C 5 dirección Casas Nuevas.
Carretera con más rectas donde se puede admirar la línea del Parque de Sierra Espuña, mientras lo bordeamos, pero de reojo… siempre de reojo…
Llegamos al cruce de la MU 503 y tomamos dirección Totana. Aquí bordeamos otra vez el Parque. Este tramo está más sombrío y con el sol se agradece.
Como no tengo costumbre… voy a contar sólo las impresiones personales. Además, como la idea era, un “ON de almorzamos”, no hay mucho que contar, así que será fácil no aburrir. El tema técnico y de desarrollo de la ruta, lo dejo para los dos compañeros de la misma, que seguro lo hacen mejor.
En un rato de asueto del curro, de la madrugada del pasado viernes, con total nocturnidad, el compinche SUBARU POWER, estuvo trajinando la ruta que estaba gestando en su cabeza. Algo comentamos y decidimos que si nuestras respectivas mujeres no nos ponían pegas, el sábado dábamos un rulo.
Llega el viernes… parece que si tenemos la correa suelta, así que p’adelante.
Pequeña revisión a mi vieja “Yami”. Coloco un apaño en el lugar de la guía de la cadena y a ver lo que dura.
Sábado tempranito… empiezo la jornada “con la fresca”…
Lo primero, en la cocina de casa y gracias a mi cafetera Express (nada de capsulas), el cafelico largo en vaso de caña, pa coger fuerza, mientras miro desde la ventana la Sierra de Carrascoy y El Cañarico debajo de ella. Después del café y el cigarrito mañanero, el necesario “doping” pa contrarrestar las posibles molestias de mi ciática. A las 7 y cuarto, salgo desde Totana hacia el Bar “Canela” de El Cañarico, lugar de reunión.
Seremos tres. Diego, Ángel y yo.
Allí, los saludos y presentaciones de rigor, junto a otro café humeante, mientras en la tele, los mozos de San Fermín se apelotonan a la llegada de la plaza y se barruntan problemas… a uno de ellos lo sacan los sanitarios con mala pinta… espero se recupere.
Desvío la mirada del encierro y decido pensar en cosas más simpáticas. El padre de Subaru me hace sonreír contándome historias de cuando las motos eran Sanglas y las carreteras estaban pobladas de árboles. Esta familia lleva las dos ruedas en la sangre, sin duda.
Empezamos ruta. Como guía Subaru y yo soy el nuevo, me coloco entre los dos. ¿Se puede ir más protegido que entre éstos dos? Fijo que no.
Salimos de El Cañarico y llegamos entre fincas y camino rural a Librilla, pasamos la A-7 y bordeamos el barranco de Gébas.
La carretera es serpenteante y no tarda mucho en darme aviso la ya trillada y endurecida Trailmax trasera que llevo, en una de esas curvas con bache traicionero que no nos abandonaron en toda la mañana.
¡Vale! Lo he pillado. Lo tomaré con calma.
Subaru traza las curvas casi olvidándose de los tacos… echando el peso del cuerpo. Este tío sabe...
Detrás, la África de Ángel que se acerca por el espejo. La Honda entra bien en las curvas. Este tío también sabe...
Me voy fijando de reojo en el paisaje, me embeleso tanto que me dejo llevar y al rato me veo la señal que anuncia el pueblito de El Niño de Mula… ¡Joder! Pero si esto me parece que estaba por encima de Mula… y estamos por aquí ya.
Después por la C 3315 hasta Pliego y nos desviamos por la C 5 dirección Casas Nuevas.
Carretera con más rectas donde se puede admirar la línea del Parque de Sierra Espuña, mientras lo bordeamos, pero de reojo… siempre de reojo…
Llegamos al cruce de la MU 503 y tomamos dirección Totana. Aquí bordeamos otra vez el Parque. Este tramo está más sombrío y con el sol se agradece.