Ruta a Burgos , persiguiendo al Cid
Publicado: 16 Jun 2015 13:42
Bueno pues añado yo mi crónica a la Tayro. Empiezo por el primer día y ya iré complementando. Hay que precisar lo siguiente:
- muchas de las fotos son de Vicente que me las ha cedido amablemente para la crónica.
- No puede haber mejores compañeros de viajes. Ha sido un viaje fantástico y la convivencia muy fácil con estos maravillosos amigos. Así se puede ir al final del mundo.
- El track es maravilloso. Gracias a Jero por pasarlo y a Tayro por adaptarlo.
VIERNES 29 DE MAYO.-
Quedamos a las 7:30 en la gasolinera de la Carretera de Molina a Fortuna, como por otra parte es ya un clásico en las excursiones de MTS. Allí nos reunimos, además de los 6 viajeros, algunos compañeros (Chema, SaTa y Vicente), que acuden a despedirnos y cuyo apoyo se agradece especialmente pues darse el madrugón para quedarse con las ganas es un doble tormento. Algunas fotos de la salida:
Pedro Bolimbo
Pedro El Sorro
Vicente ( Tranqui )
El Gran Tayro
Alejandro (Tranquilon)
Cruiser y SaTa
El ambientillo de la salida , buenos compañeros que se acercaron a despedirnos
Después de 45 minutos de conversación y cafés, y de las típicas bromas y cachondeos, empezamos el viaje un poquillo con la mosca detrás de la oreja, porque la KTM de Pedro venía haciendo “toses” en el trayecto de su casa al lugar de salida. Efectivamente salimos por la carretera de Fortuna-Pinoso dirección Almansa, y a los pocos km de pasar Fortuna, la 625 sigue tosiendo, e incluso perdiendo potencia porque no es capaz de mantener ni los 100 km/h. Paramos a hacer un chequeo, Pedro cambia la bujía, toqueteamos los cables y finalmente se decide a volver a casa para coger otra moto porque no parecía que la cosa se fuera a arreglar. Como a pocas rpm (80-90 km/h), la moto funcionaba bien, se vuelve a casa y nosotros seguimos por carretera acordando que le esperaríamos en la gasolinera de Casas Ibáñez, donde supuestamente al ir por autovía debería llegar aproximadamente a la misma hora que nosotros. El lugar de la avería:
Sin mayores incidencias seguimos el viaje el resto de la comitiva
y en menos de una hora estábamos ya en Almansa, donde por fin empezamos a coger pistas y por tanto comienza el verdadero track de nuestra pequeña aventura. Las pistas muy polvorientas. En principio bastante fáciles solo con el peligro de los agujeros y no pegar un llantazo que nos arruine el viaje. Por tanto vamos muy separados unos de otros, y bastante tranquilitos, pero avanzando bastante. Después de un primer contacto con la tierra paramos un rato para mirar presiones pues muchos llevábamos más de 2.0 bares de presión y rebotaba mucho. Al final dejamos entorno a esos 2.0 para ir un poco mejor, pero sin bajar demasiado las presiones, lo cual fue un acierto total, pues no hubo un solo pinchazo en los 4 días y pasamos por sitios jodidillos para las ruedas.
Es la parte más fea del track pues es más de lo mismo que tenemos por aquí: polvo, ausencia de vegetación, calor, pistas pedregosas, cruces con agricultores, etc. De todas formas nos sirve para hacernos a las motos y acostumbrarnos a rodar con ellas en estas condiciones (muchísima carga, presiones neumáticos muy altas, ruedas mixtas, etc), con lo que conforme avanza la mañana cada vez somos capaces de rodar más rápido. Aquí pillamos una zona jodidilla con pedruscos clavados en el suelo, una senda que parecía un laberinto, trozos con arena como si estuviéramos en la playa, etc. Sudamos un poquito la camiseta, y para culminar este tramo, un bancal recién labrado que tuvimos que atravesar y en el que los elefantes que llevábamos se iban para todos sitios. De todas formas se superó todo a un ritmo bastante bueno y sin ninguna caída, aunque si varios sustillos.
Después de este inicio empieza a haber más vegetación. Subimos una sierra y la bajada hacia el río Jucar hay una serie de curvas con piedras muy sueltas que hace que Vicente tenga una pequeña caída. En principio parecía solo un restregón a la moto, pero luego resultó que se había fastidiado la muñeca el pobre. Después de ir a buscarlo y reagruparnos a la vera del Jucar, seguimos el curso del río por una zona preciosa hasta llegar a Alcalá del Jucar.
Los daños de la moto de Vicente
Aqui el tio ( Cruiser)
A las 12.30 estábamos en Casas Ibañez después de poco más de 2 horas de pistas polvorientas y algún enlace por carretera. En este momento recibo un mensaje de Pedro diciendo que al final se quedó tirado y ha tenido que llegar a casa en grúa y que hacía solo media hora que había salido con la Africa Twin, con lo que no le esperamos en Casas Ibañez, y le digo que se vaya hacia la provincia de Cuenca y que cuando paremos a comer le daré la ubicación para que se una a nosotros. Así que después de repostar gasolina y tomar unos acuarius seguimos ruta hacia Tragacete que era la meta prevista para este primer día.
Cogemos pistas, pasamos el pueblo de Iniesta y Campillo de Altobuey, pasando unos caminos preciosos con árboles en los lados, buen firme e incluso un castillo que parecía de cuento de hadas en medio de la nada.
A las 15 horas llegamos a Carboneras de Guadazaón. Como era buena hora decidimos comer en un restaurante que hay a la entrada del pueblo que anunciaba menús, y mientras esperar a Pedro, que según el Life acababa de pasar Motilla del Palancar. Le mandamos la ubicación y cuando estábamos en el postre llegó con la Africa el tiempo horas. Por cierto que las motos estaban un poco mojadas por lo que mientras comíamos debió llover un poco.
Reemprendemos la marcha. El polvo se ha ido, y el color amarillo también. Ahora nos adentramos en bosques de muchísima vegetación, vemos varios ciervos, algunos caballos salvajes, ovejas a montones e incluso un rebaño de cabras medio salvajes. La tierra es roja, ha refrescado y encima cada vez se va nublando más amenazando tormenta.
El cielo siempre amenazante
Así una pista tras otras, y atravesando numerosos bosques nos plantamos en Tragacete un poco antes de las 20 horas.
Ponemos gasolina y como aún había luz suficiente decidimos dar otro tirón a ver si adelantamos en el track previsto para el día siguiente. Sin embargo, poco pudimos adelantar porque empezó a chispear primero y luego a llover, y la pista se puso bastante resbaladiza.
La prudencia nos aconsejó suspender el track, nos salimos a la carretera y nos fuimos al pueblo de Peralejos de las Truchas a buscar alojamiento. Allí encontramos el Hostal del Tajo, ya en la provincia de Guadalajara y dimos por terminado el primer día después de atravesar un montón de provincias y haber recorrido más de 400 km. Cenamos muy bien y conversamos hasta entrada a noche entre cervezas, licores y algún whisky que otro. El dueño del hostal tenía una Africa Twin como la de Pedro con muy pocos km, pero no llegamos a un acuerdo y no se la pudimos comprar pese a que se intentó.
SABADO 30 DE MAYO
Nos levantamos tempranito. A eso de las 8:00 estamos arriba, pero no nos cunde mucho. Los compañeros están perezosos. Yo me bajo al bar del Hotel y allí está la dueña y un Guardia Civil gallego bastante majo que estaba desayunando, con el cual entablo conversación (de donde venimos, a donde vamos, me pregunta por la Africa Twin de Pedro, le cuento las pistas que vamos a hacer esa mañana, etc). Después de media hora se marcha y le pregunto a la dueña del hotel que si era del pueblo, y me dice que era del Seprona de Checa. Joder y le había contado justo por donde íbamos a pasar. Menos mal que como ha contado Tayro aquí la permisividad en las pistas si no haces el macarra es mucha, aunque luego resulta que un par de bosques por los que pasamos estaba prohibida la circulación y nos podían haber crujido.
Los compañeros van bajando a desayunar con poco brío, y no acabamos de salir. Entre unas cosas y otras (cargar motos, pagar, fotos, desayuno, tertulia, fumar, etc), se nos hacen más de las 10 horas, lo cual luego nos penalizaría ya que esas casi dos horas justo fueron las que nos faltaron para llegar a Burgos, pero no nos importó lo más mínimo porque íbamos a pasarlo bien y no a obsesionarnos con cumplir un objetivo.
Los traileros preparados en la puerta del Hostal
Vicente nos comunica que le duele mucho la mano y que se vuelve a Murcia. Incluso la dueña del hotel que era veterinaria le hace un vendaje para inmovilizar un poco y que aguantara el camino. Que lástima porque nos contó unas historias para no dormir la noche anterior que no se pueden reproducir por si hay niños delante, ja ja ja. Le echamos de menos el resto del viaje.
El track del día empezaba con un bucle por las localidades cercanas de Checa y Chequilla antes de poner proa hacia la provincia de Soria. El recorrido era impresionante y precioso, de unos 30 km de carretera de montaña, pero con demasiada carretera. Aún así valió la pena por las vistas impresionantes y por un par de pistas (prohibidas como dije antes), que hicimos y que eran preciosas.
Después del bucle y casi volver a origen cogemos dirección a nuestro nuevo destino siguiendo fielmente el track. El día es muy bueno y vamos alternando pistas maravillosas con unos bosque alucinantes con trozos de carreteras de montaña (algunas tenía peor firme incluso que las pistas y hasta avanzabas menos).
Una iglesia románica en medio de ningún sitio
Un tramo de carretera de montaña de casi una hora superando hasta 3 puertos de montaña seguidos, y así casi sin darnos cuenta y en unas 3 horas escasas nos plantamos en Siguenza a poner gasolina que la sedienta KTM 990 de Pedro ya iba justita. Ente unas cosas y otras se nos hacen las 14 horas con lo que ya que estamos allí decidimos comer para continuar por la tarde, y así lo hacemos. Cerca de la gasolinera había un asados de esos castellanos que te pones de cordero y cochinillo hasta arriba y eso hicimos. Uff luego se me estuvo repitiendo la comida toda la tarde, pero que bien comimos.
Justo cuando estamos cogiendo las motos empieza a llover bastante fuerte, por lo que decidimos esperar tomando un segundo café (p un segundo cigarro para algunos), a que escampe. No tardó mucho. Una media hora aproximadamente.
El track de por la tarde empezó un poco alterado. En el primer pueblo nos metemos en una especie de emboscada donde el camino desaparece y se convierte en una estrecha senda que luego a su vez conduce a un río que a su vez lleva a un campo que no parecía tener una buena salida para motos gorditas como eran las nuestras.
Así después de una hora dudando y buscando alternativas tenemos que dar la vuelta a las motos y volver a la carretera para sortear este punto. El resto de la tarde alternaba las pistas cruzando bosques con carretera, pero por desgracia abundaba más el asfalto. Así atravesamos casi toda la provincia de Soria hasta llegar a Burgo de Osma
Aquí hicimos un pequeño recorrido turístico y paramos en la plaza mayor a tomar unas coca colas mientras decidíamos el final de la tarde (ya eran cerca de las 8). Un policía municipal nos dio un poco el follón y nos hizo cambiar las motos de sitio, pero bueno, sin mayores incidencias. Decidimos abandonar la idea de llegar a Burgos y centrarnos en ir al Cañón del Río Lobos, muy cercano y un sitio precioso, y luego buscar un sitio donde dormir.
Río Lobos
Así lo hicimos, aunque lo del hotel se nos complicó bastante porque al ser sábado tarde en un lugar tan turístico y cercano a Madrid, estaba todo lleno y tras preguntar en al menos 3 sitios sin suerte Bolimbo nos lleva a un Hotel en la Localidad de Leonardo Yagüe que tenía sitio y que estaba estupendo donde llegamos ya sobre las 10 horas. Buen hotel y buena cena. Tayro y yo después de cenar estábamos cansados y nos fuimos a dormir, y el resto se fueron a fumar a la puerta del hotel y por lo que cuentan acabaron de copas hasta las 2 o así.
DOMINGO 31 DE MAYO.-
Nos levantamos para desayunar a las 8:30. Aquí Alejandro nos comunica que en casa le reclaman por motivos familiares y del negocio y que por tanto nos deja, lo cual nos dio mucha pena pues estaba disfrutando como ninguno del viaje, pero “la fuerza mayor” siempre hay que tenerla presente. En el desayuno y mientras esperamos a que vengan a abrir el garaje donde guardamos las motos, coincidimos con un grupo de veteranos moteros que estaban haciendo un viaje en vespa desde Sigúenza por carreteras secundarias. Cargamos las motos, despedimos a Alejandro, y al track. A eso de las 9.45 aproximadamente estábamos en faena.
Al principio todo pistas prácticamente hasta el Burgo de Osma. Pistas rapidillas, con buen agarre, sin polvo. En poco tiempo nos plantamos en Burgo de Osma, lo cual me sorprendió porque la noche anterior por carretera tardamos mucho más en hacer el recorrido contrario. Atravesamos el Burgo y cogemos nuevas pistas dirección la Fortaleza de Gormaz, donde hicimos un alto turístico. Las pistas rapidísimas, casi de infarto. No era extraño ver en la moto velocidades por encima de los tres dígitos y, lo que es peor, la moto pedía más porque no se movía ni un mm.
La fortaleza
Después nuevas pistas rápidas aunque alternadas con unas carreteras un poco raras, cubiertas de una gravilla roja que resbalaba como un demonio. Así pasamos Almazan y llegamos a Medinacelli, con Bolimbo rezando porque llevaba ya unos 40 km en reserva y creía que no lo conseguiríamos. Después de poner gasolina nos quedamos a tomar una comida ligera y a ver las carreras de MotoGP
Por la tarde de nuevo la tormenta amenazando y así atravesamos muchas pistas en buen estado junto con carreteras de estas de gravilla. Nos dirigimos a Molina de Aragón, Bronchales y luego Albarracín. En un trozo de pistas había charcos de barro bastante denso, en uno de los cuales mi rueda delantera pegó un patinazo y con lo que pesaba la moto no hubo más remedio que dejarla caer encima de todo el barrizal. Luego costó un montón levantarla porque el barro resbalaba de lo lindo.
Durante toda la tarde pareció un juego con la tormenta. Nos iba siguiendo y en cuanto nos deteníamos un momento se nos echaba encima y nos llovía. Al ponernos en marcha la dejábamos atrás y así una y otra vez toda la tarde. Lo que si es cierto es que las pistas eran impresionantemente divertidas y yo al menos esa tarde fue la parte del viaje que más disfruté. Se podía ir bastante rápido y pese a que había un poco de barro la moto se aguantaba mucho e iba muy estable. Pasamos bosques impresionantes, llenos de animales de todo tipo, incluso un ciervo que salió de un terraplén saltó pocos metros delante de mi moto dándome un susto de muerte. Fui un rato dando el pito al mismo tiempo que conducía para que se espantaran todos los bichos. Aquí hicimos una parada:
De esta forma el camino a Albarracín se hizo especialmente corto y a las 7 y pico ya estábamos allí. Unas fotillos, gasolina de nuevo para la sedienta KTM (los demás también llenamos), y cuando íbamos a salir, al haber parado tanto, la tormenta no nos perdona y nos coge definitivamente. Esperamos 15 minutos y cuando para de llover de nuevo a las pistas.
Ultimo trozo de pistas, chispeando un poco, mojadas pero de nuevo rápidas, con algunos saltos y agujeros que nos dieron algún que otro susto e incluso un vuelo inesperado por mi parte que no acabó en hostiazo de milagro. Cuando dejó de llover nos encontramos el track cortado por una granja, no hay forma de pasar por las buenas, así que Tayro se descuelga por unos pedruscos y los demás atavesamos un sembrado. Pero aún queda una cuesta con piedras sueltas para volver a la pista. Aquí suben todos pero a mi a mitad de la cuesta se me ocurre la infeliz idea de cortar un poco el gas porque la moto se movía mucho con las piedras y se cala. Uff con 50 kg de carga más los 220 kg de la moto ya no hubo forma de salir de allí. Bolimbo que iba detrás aparca su moto y me ayuda pero ni entre los dos podemos con la moto y el resto no se percata porque el camino estaba un poco lejos. Nos tiramos casi 10 minutos empujando la moto y sudando como marranos hasta que vino la ayuda. Al final cuando bajaron Tayro se subió en la moto y empujando los otros 3 pudimos sacar la moto de las piedras y luego igual con la de Bolimbo. Una simple cuestecita con piedra suelta se puede convertir en una trialera imposible para una moto cargada hasta arriba y encima sin ruedas de tacos como pierdas un poco de inercia.
Terminada la maniobra tenemos otro problema, son las 9, se hace de noche y estamos en medio de ningún sitio, en realidad en medio de un bosque impresionante. Tenemos que salir de allí antes de que se haga de noche, y empezamos con buscar carretera. Por suerte en poco más de 10 minutos encontramos asfalto y allí a un todo terreno conducido por un Sr. Mayor (resultó ser el recién elegido alcalde de la localidad de Tormón), que nos indica que en su pueblo que está a unos 10 km o asó (yo creo que muchos mas), hay un albergue municipal donde podemos dormir. Cogemos camino y llegamos a Tormón de noche, casi a las 10, donde efectivamente nos alojan en el albergue municipal e incluso nos preparan una suculenta cena. Después de cenar, conversar y tomar licores nos fuimos a pasear por el pueblo hasta más de la 12 de la noche y, de nuevo, a hablar mucho de todo (motos. Política, trabajos, etc).
LUNES 1 DE JUNIO.-
Nos levantamos de nuevo a las 8:30, desayunamos, pagamos el albergue y Pedro Bolimbo y yo que tenemos que estar en casa a mediodía decidimos volver hacia Murcia por carretera (Adamuz, Utiel, Requena, Almansa, Pinoso, Fortuna, Murcia). La otra pareja, sin prisa por llegar, deciden volver haciendo el track, al menos, por la mañana, para luego ya coger también carretera.
En principio, la vuelta por carretera muy bien y se hizo corta a pesar de que no íbamos muy deprisa, pero se acorta mucho por el trayecto elegido. A las 13:30 estaba ya en Murcia, habiendo salido a las 9:30 pasadas, y eso que paramos un rato a repostar, tomar una bebida y lavar las motos.
Y estas son algunas fotos mas
Y asi fue todo mas o menos , un gran viaje
, con muy buenos amigos 
- muchas de las fotos son de Vicente que me las ha cedido amablemente para la crónica.
- No puede haber mejores compañeros de viajes. Ha sido un viaje fantástico y la convivencia muy fácil con estos maravillosos amigos. Así se puede ir al final del mundo.
- El track es maravilloso. Gracias a Jero por pasarlo y a Tayro por adaptarlo.
VIERNES 29 DE MAYO.-
Quedamos a las 7:30 en la gasolinera de la Carretera de Molina a Fortuna, como por otra parte es ya un clásico en las excursiones de MTS. Allí nos reunimos, además de los 6 viajeros, algunos compañeros (Chema, SaTa y Vicente), que acuden a despedirnos y cuyo apoyo se agradece especialmente pues darse el madrugón para quedarse con las ganas es un doble tormento. Algunas fotos de la salida:
Pedro Bolimbo
Pedro El Sorro
Vicente ( Tranqui )
El Gran Tayro
Alejandro (Tranquilon)
Cruiser y SaTa
El ambientillo de la salida , buenos compañeros que se acercaron a despedirnos
Después de 45 minutos de conversación y cafés, y de las típicas bromas y cachondeos, empezamos el viaje un poquillo con la mosca detrás de la oreja, porque la KTM de Pedro venía haciendo “toses” en el trayecto de su casa al lugar de salida. Efectivamente salimos por la carretera de Fortuna-Pinoso dirección Almansa, y a los pocos km de pasar Fortuna, la 625 sigue tosiendo, e incluso perdiendo potencia porque no es capaz de mantener ni los 100 km/h. Paramos a hacer un chequeo, Pedro cambia la bujía, toqueteamos los cables y finalmente se decide a volver a casa para coger otra moto porque no parecía que la cosa se fuera a arreglar. Como a pocas rpm (80-90 km/h), la moto funcionaba bien, se vuelve a casa y nosotros seguimos por carretera acordando que le esperaríamos en la gasolinera de Casas Ibáñez, donde supuestamente al ir por autovía debería llegar aproximadamente a la misma hora que nosotros. El lugar de la avería:
Sin mayores incidencias seguimos el viaje el resto de la comitiva
y en menos de una hora estábamos ya en Almansa, donde por fin empezamos a coger pistas y por tanto comienza el verdadero track de nuestra pequeña aventura. Las pistas muy polvorientas. En principio bastante fáciles solo con el peligro de los agujeros y no pegar un llantazo que nos arruine el viaje. Por tanto vamos muy separados unos de otros, y bastante tranquilitos, pero avanzando bastante. Después de un primer contacto con la tierra paramos un rato para mirar presiones pues muchos llevábamos más de 2.0 bares de presión y rebotaba mucho. Al final dejamos entorno a esos 2.0 para ir un poco mejor, pero sin bajar demasiado las presiones, lo cual fue un acierto total, pues no hubo un solo pinchazo en los 4 días y pasamos por sitios jodidillos para las ruedas.
Es la parte más fea del track pues es más de lo mismo que tenemos por aquí: polvo, ausencia de vegetación, calor, pistas pedregosas, cruces con agricultores, etc. De todas formas nos sirve para hacernos a las motos y acostumbrarnos a rodar con ellas en estas condiciones (muchísima carga, presiones neumáticos muy altas, ruedas mixtas, etc), con lo que conforme avanza la mañana cada vez somos capaces de rodar más rápido. Aquí pillamos una zona jodidilla con pedruscos clavados en el suelo, una senda que parecía un laberinto, trozos con arena como si estuviéramos en la playa, etc. Sudamos un poquito la camiseta, y para culminar este tramo, un bancal recién labrado que tuvimos que atravesar y en el que los elefantes que llevábamos se iban para todos sitios. De todas formas se superó todo a un ritmo bastante bueno y sin ninguna caída, aunque si varios sustillos.
Después de este inicio empieza a haber más vegetación. Subimos una sierra y la bajada hacia el río Jucar hay una serie de curvas con piedras muy sueltas que hace que Vicente tenga una pequeña caída. En principio parecía solo un restregón a la moto, pero luego resultó que se había fastidiado la muñeca el pobre. Después de ir a buscarlo y reagruparnos a la vera del Jucar, seguimos el curso del río por una zona preciosa hasta llegar a Alcalá del Jucar.
Los daños de la moto de Vicente
Aqui el tio ( Cruiser)
A las 12.30 estábamos en Casas Ibañez después de poco más de 2 horas de pistas polvorientas y algún enlace por carretera. En este momento recibo un mensaje de Pedro diciendo que al final se quedó tirado y ha tenido que llegar a casa en grúa y que hacía solo media hora que había salido con la Africa Twin, con lo que no le esperamos en Casas Ibañez, y le digo que se vaya hacia la provincia de Cuenca y que cuando paremos a comer le daré la ubicación para que se una a nosotros. Así que después de repostar gasolina y tomar unos acuarius seguimos ruta hacia Tragacete que era la meta prevista para este primer día.
Cogemos pistas, pasamos el pueblo de Iniesta y Campillo de Altobuey, pasando unos caminos preciosos con árboles en los lados, buen firme e incluso un castillo que parecía de cuento de hadas en medio de la nada.
A las 15 horas llegamos a Carboneras de Guadazaón. Como era buena hora decidimos comer en un restaurante que hay a la entrada del pueblo que anunciaba menús, y mientras esperar a Pedro, que según el Life acababa de pasar Motilla del Palancar. Le mandamos la ubicación y cuando estábamos en el postre llegó con la Africa el tiempo horas. Por cierto que las motos estaban un poco mojadas por lo que mientras comíamos debió llover un poco.
Reemprendemos la marcha. El polvo se ha ido, y el color amarillo también. Ahora nos adentramos en bosques de muchísima vegetación, vemos varios ciervos, algunos caballos salvajes, ovejas a montones e incluso un rebaño de cabras medio salvajes. La tierra es roja, ha refrescado y encima cada vez se va nublando más amenazando tormenta.
El cielo siempre amenazante
Así una pista tras otras, y atravesando numerosos bosques nos plantamos en Tragacete un poco antes de las 20 horas.
Ponemos gasolina y como aún había luz suficiente decidimos dar otro tirón a ver si adelantamos en el track previsto para el día siguiente. Sin embargo, poco pudimos adelantar porque empezó a chispear primero y luego a llover, y la pista se puso bastante resbaladiza.
La prudencia nos aconsejó suspender el track, nos salimos a la carretera y nos fuimos al pueblo de Peralejos de las Truchas a buscar alojamiento. Allí encontramos el Hostal del Tajo, ya en la provincia de Guadalajara y dimos por terminado el primer día después de atravesar un montón de provincias y haber recorrido más de 400 km. Cenamos muy bien y conversamos hasta entrada a noche entre cervezas, licores y algún whisky que otro. El dueño del hostal tenía una Africa Twin como la de Pedro con muy pocos km, pero no llegamos a un acuerdo y no se la pudimos comprar pese a que se intentó.
SABADO 30 DE MAYO
Nos levantamos tempranito. A eso de las 8:00 estamos arriba, pero no nos cunde mucho. Los compañeros están perezosos. Yo me bajo al bar del Hotel y allí está la dueña y un Guardia Civil gallego bastante majo que estaba desayunando, con el cual entablo conversación (de donde venimos, a donde vamos, me pregunta por la Africa Twin de Pedro, le cuento las pistas que vamos a hacer esa mañana, etc). Después de media hora se marcha y le pregunto a la dueña del hotel que si era del pueblo, y me dice que era del Seprona de Checa. Joder y le había contado justo por donde íbamos a pasar. Menos mal que como ha contado Tayro aquí la permisividad en las pistas si no haces el macarra es mucha, aunque luego resulta que un par de bosques por los que pasamos estaba prohibida la circulación y nos podían haber crujido.
Los compañeros van bajando a desayunar con poco brío, y no acabamos de salir. Entre unas cosas y otras (cargar motos, pagar, fotos, desayuno, tertulia, fumar, etc), se nos hacen más de las 10 horas, lo cual luego nos penalizaría ya que esas casi dos horas justo fueron las que nos faltaron para llegar a Burgos, pero no nos importó lo más mínimo porque íbamos a pasarlo bien y no a obsesionarnos con cumplir un objetivo.
Los traileros preparados en la puerta del Hostal
Vicente nos comunica que le duele mucho la mano y que se vuelve a Murcia. Incluso la dueña del hotel que era veterinaria le hace un vendaje para inmovilizar un poco y que aguantara el camino. Que lástima porque nos contó unas historias para no dormir la noche anterior que no se pueden reproducir por si hay niños delante, ja ja ja. Le echamos de menos el resto del viaje.
El track del día empezaba con un bucle por las localidades cercanas de Checa y Chequilla antes de poner proa hacia la provincia de Soria. El recorrido era impresionante y precioso, de unos 30 km de carretera de montaña, pero con demasiada carretera. Aún así valió la pena por las vistas impresionantes y por un par de pistas (prohibidas como dije antes), que hicimos y que eran preciosas.
Después del bucle y casi volver a origen cogemos dirección a nuestro nuevo destino siguiendo fielmente el track. El día es muy bueno y vamos alternando pistas maravillosas con unos bosque alucinantes con trozos de carreteras de montaña (algunas tenía peor firme incluso que las pistas y hasta avanzabas menos).
Una iglesia románica en medio de ningún sitio
Un tramo de carretera de montaña de casi una hora superando hasta 3 puertos de montaña seguidos, y así casi sin darnos cuenta y en unas 3 horas escasas nos plantamos en Siguenza a poner gasolina que la sedienta KTM 990 de Pedro ya iba justita. Ente unas cosas y otras se nos hacen las 14 horas con lo que ya que estamos allí decidimos comer para continuar por la tarde, y así lo hacemos. Cerca de la gasolinera había un asados de esos castellanos que te pones de cordero y cochinillo hasta arriba y eso hicimos. Uff luego se me estuvo repitiendo la comida toda la tarde, pero que bien comimos.
Justo cuando estamos cogiendo las motos empieza a llover bastante fuerte, por lo que decidimos esperar tomando un segundo café (p un segundo cigarro para algunos), a que escampe. No tardó mucho. Una media hora aproximadamente.
El track de por la tarde empezó un poco alterado. En el primer pueblo nos metemos en una especie de emboscada donde el camino desaparece y se convierte en una estrecha senda que luego a su vez conduce a un río que a su vez lleva a un campo que no parecía tener una buena salida para motos gorditas como eran las nuestras.
Así después de una hora dudando y buscando alternativas tenemos que dar la vuelta a las motos y volver a la carretera para sortear este punto. El resto de la tarde alternaba las pistas cruzando bosques con carretera, pero por desgracia abundaba más el asfalto. Así atravesamos casi toda la provincia de Soria hasta llegar a Burgo de Osma
Aquí hicimos un pequeño recorrido turístico y paramos en la plaza mayor a tomar unas coca colas mientras decidíamos el final de la tarde (ya eran cerca de las 8). Un policía municipal nos dio un poco el follón y nos hizo cambiar las motos de sitio, pero bueno, sin mayores incidencias. Decidimos abandonar la idea de llegar a Burgos y centrarnos en ir al Cañón del Río Lobos, muy cercano y un sitio precioso, y luego buscar un sitio donde dormir.
Río Lobos
Así lo hicimos, aunque lo del hotel se nos complicó bastante porque al ser sábado tarde en un lugar tan turístico y cercano a Madrid, estaba todo lleno y tras preguntar en al menos 3 sitios sin suerte Bolimbo nos lleva a un Hotel en la Localidad de Leonardo Yagüe que tenía sitio y que estaba estupendo donde llegamos ya sobre las 10 horas. Buen hotel y buena cena. Tayro y yo después de cenar estábamos cansados y nos fuimos a dormir, y el resto se fueron a fumar a la puerta del hotel y por lo que cuentan acabaron de copas hasta las 2 o así.
DOMINGO 31 DE MAYO.-
Nos levantamos para desayunar a las 8:30. Aquí Alejandro nos comunica que en casa le reclaman por motivos familiares y del negocio y que por tanto nos deja, lo cual nos dio mucha pena pues estaba disfrutando como ninguno del viaje, pero “la fuerza mayor” siempre hay que tenerla presente. En el desayuno y mientras esperamos a que vengan a abrir el garaje donde guardamos las motos, coincidimos con un grupo de veteranos moteros que estaban haciendo un viaje en vespa desde Sigúenza por carreteras secundarias. Cargamos las motos, despedimos a Alejandro, y al track. A eso de las 9.45 aproximadamente estábamos en faena.
Al principio todo pistas prácticamente hasta el Burgo de Osma. Pistas rapidillas, con buen agarre, sin polvo. En poco tiempo nos plantamos en Burgo de Osma, lo cual me sorprendió porque la noche anterior por carretera tardamos mucho más en hacer el recorrido contrario. Atravesamos el Burgo y cogemos nuevas pistas dirección la Fortaleza de Gormaz, donde hicimos un alto turístico. Las pistas rapidísimas, casi de infarto. No era extraño ver en la moto velocidades por encima de los tres dígitos y, lo que es peor, la moto pedía más porque no se movía ni un mm.
La fortaleza
Después nuevas pistas rápidas aunque alternadas con unas carreteras un poco raras, cubiertas de una gravilla roja que resbalaba como un demonio. Así pasamos Almazan y llegamos a Medinacelli, con Bolimbo rezando porque llevaba ya unos 40 km en reserva y creía que no lo conseguiríamos. Después de poner gasolina nos quedamos a tomar una comida ligera y a ver las carreras de MotoGP
Por la tarde de nuevo la tormenta amenazando y así atravesamos muchas pistas en buen estado junto con carreteras de estas de gravilla. Nos dirigimos a Molina de Aragón, Bronchales y luego Albarracín. En un trozo de pistas había charcos de barro bastante denso, en uno de los cuales mi rueda delantera pegó un patinazo y con lo que pesaba la moto no hubo más remedio que dejarla caer encima de todo el barrizal. Luego costó un montón levantarla porque el barro resbalaba de lo lindo.
Durante toda la tarde pareció un juego con la tormenta. Nos iba siguiendo y en cuanto nos deteníamos un momento se nos echaba encima y nos llovía. Al ponernos en marcha la dejábamos atrás y así una y otra vez toda la tarde. Lo que si es cierto es que las pistas eran impresionantemente divertidas y yo al menos esa tarde fue la parte del viaje que más disfruté. Se podía ir bastante rápido y pese a que había un poco de barro la moto se aguantaba mucho e iba muy estable. Pasamos bosques impresionantes, llenos de animales de todo tipo, incluso un ciervo que salió de un terraplén saltó pocos metros delante de mi moto dándome un susto de muerte. Fui un rato dando el pito al mismo tiempo que conducía para que se espantaran todos los bichos. Aquí hicimos una parada:
De esta forma el camino a Albarracín se hizo especialmente corto y a las 7 y pico ya estábamos allí. Unas fotillos, gasolina de nuevo para la sedienta KTM (los demás también llenamos), y cuando íbamos a salir, al haber parado tanto, la tormenta no nos perdona y nos coge definitivamente. Esperamos 15 minutos y cuando para de llover de nuevo a las pistas.
Ultimo trozo de pistas, chispeando un poco, mojadas pero de nuevo rápidas, con algunos saltos y agujeros que nos dieron algún que otro susto e incluso un vuelo inesperado por mi parte que no acabó en hostiazo de milagro. Cuando dejó de llover nos encontramos el track cortado por una granja, no hay forma de pasar por las buenas, así que Tayro se descuelga por unos pedruscos y los demás atavesamos un sembrado. Pero aún queda una cuesta con piedras sueltas para volver a la pista. Aquí suben todos pero a mi a mitad de la cuesta se me ocurre la infeliz idea de cortar un poco el gas porque la moto se movía mucho con las piedras y se cala. Uff con 50 kg de carga más los 220 kg de la moto ya no hubo forma de salir de allí. Bolimbo que iba detrás aparca su moto y me ayuda pero ni entre los dos podemos con la moto y el resto no se percata porque el camino estaba un poco lejos. Nos tiramos casi 10 minutos empujando la moto y sudando como marranos hasta que vino la ayuda. Al final cuando bajaron Tayro se subió en la moto y empujando los otros 3 pudimos sacar la moto de las piedras y luego igual con la de Bolimbo. Una simple cuestecita con piedra suelta se puede convertir en una trialera imposible para una moto cargada hasta arriba y encima sin ruedas de tacos como pierdas un poco de inercia.
Terminada la maniobra tenemos otro problema, son las 9, se hace de noche y estamos en medio de ningún sitio, en realidad en medio de un bosque impresionante. Tenemos que salir de allí antes de que se haga de noche, y empezamos con buscar carretera. Por suerte en poco más de 10 minutos encontramos asfalto y allí a un todo terreno conducido por un Sr. Mayor (resultó ser el recién elegido alcalde de la localidad de Tormón), que nos indica que en su pueblo que está a unos 10 km o asó (yo creo que muchos mas), hay un albergue municipal donde podemos dormir. Cogemos camino y llegamos a Tormón de noche, casi a las 10, donde efectivamente nos alojan en el albergue municipal e incluso nos preparan una suculenta cena. Después de cenar, conversar y tomar licores nos fuimos a pasear por el pueblo hasta más de la 12 de la noche y, de nuevo, a hablar mucho de todo (motos. Política, trabajos, etc).
LUNES 1 DE JUNIO.-
Nos levantamos de nuevo a las 8:30, desayunamos, pagamos el albergue y Pedro Bolimbo y yo que tenemos que estar en casa a mediodía decidimos volver hacia Murcia por carretera (Adamuz, Utiel, Requena, Almansa, Pinoso, Fortuna, Murcia). La otra pareja, sin prisa por llegar, deciden volver haciendo el track, al menos, por la mañana, para luego ya coger también carretera.
En principio, la vuelta por carretera muy bien y se hizo corta a pesar de que no íbamos muy deprisa, pero se acorta mucho por el trayecto elegido. A las 13:30 estaba ya en Murcia, habiendo salido a las 9:30 pasadas, y eso que paramos un rato a repostar, tomar una bebida y lavar las motos.
Y estas son algunas fotos mas
Y asi fue todo mas o menos , un gran viaje
, con muy buenos amigos 
.
pero seguro que esta ya ok
